En nuestro país más del 98% de las empresas son empresas familiares. Digo esto para destacar la importancia que tienen las empresas familiares en la economía de nuestro país. 

Me permito en este punto hacer una pequeña reflexión sobre el impacto de las empresas familiares en la economía de un país. 

Hace 150 años más del 90% de las personas que habitaban nuestro planeta no eran empleados: eran pastores, granjeros o practicaban algún oficio (herrero, carpintero, etc).

Hoy en día más del 90% de la población mundial son empleados, vivimos en un mundo de empleados. ¿Es esto bueno o malo?, Yo diría que esto es algo muy bueno.

Mi primer empleo 

Con trece años de edad tuve mi primera experiencia como empleado, trabajando en un taller de motocicletas. Mi patrón era un excelente mecánico, de origen alemán, que terminó quebrado.

Era muy buen mecánico, pésimo vendedor de sus servicios y peor administrador de sus bienes. Este señor agobiado por las deudas huyó de sus acreedores y fue a Sao Paulo, donde se empleó en una de las industrias automotrices y ahí fue muy exitoso como mecánico, ya que otros se ocuparon de la administración y de la venta. 

Este señor tuvo una excelente calidad de vida ejerciendo su profesión de mecánico. Aquí radica uno de los valores de la empresa: Cada individuo se emplea en una empresa, presta sus servicios, de lo que sabe y le gusta hacer y recibe una paga a cambio. 

No todos tenemos ese espíritu empresarial. En EE.UU. tres de cada cuatro empresas que abren, antes de los 2 años están quebradas. El empresario tiene un sueño, una idea, prepara un proyecto, asume un riesgo y se lanza a la aventura. No todos tenemos esa capacidad.

¿Qué es lo que quiero decir?  

Desde el momento que nacemos, consumimos. Inicialmente y hasta nuestra mayoría de edad, son nuestros padres los que se ocupan de proveer nuestras necesidades. Al llegar a nuestra mayoría de edad se espera que seamos nosotros los proveedores de nuestras necesidades. En este punto tenemos tres opciones: 

- Nos convertimos en empresarios 

- Somos empleados públicos 

- Somos empleados en una empresa privada

Para cualquiera de los tres casos, tenemos que prepararnos. 

La gran mayoría irá a emplearse en una empresa privada y esto para mí es la verdadera responsabilidad social empresarial. Generar puestos de trabajo para que los ciudadanos tengan un empleo digno de modo a realizar sus sueños. 

Ahora bien: Si en nuestro país más del 98% de las empresas son familiares, podemos imaginarnos el impacto que estas empresas tienen en la sociedad. De ahí la gran importancia que tienen las empresas familiares de acertar el camino correcto de la sucesión. 

Mis sugerencias para una sucesión empresarial exitosa son:

1. Capacitarse: Las generaciones mayores debemos capacitarnos para lograr una exitosa sucesión familiar. 

2. Tiempo: Tenemos que iniciar esta sucesión familiar con suficiente tiempo. 

3. Errores: Hay que dejar a la próxima generación que cometa sus propios errores.

Considero que la mejor forma de enganchar a la nueva generación es generar inspiración. Poner énfasis en el futuro porque si esa nueva generación que gradualmente toma el control de la empresa no conecta con el negocio hay gran posibilidad que la empresa desaparezca o los miembros de la familia terminen vendiéndola. 

Para ser exitoso, es importante, mantener una visión integral del sistema e involucrar activamente a los actores de la familia interesados y formados para el negocio, promoviendo el diálogo y la construcción conjunta.

"La mejor forma de enganchar a la nueva generación es generando inspiración".