A mi manera
Belén Vierci hace su propio camino por fuera del imperio familiar. Reivindica el rol de las mujeres y critica la idiosincrasia machista. Cree que el segmento de lujo puede triplicarse: su plan de expansión local y regional. Que aprendió de sus padres, a que empresarios admira y su visión del presidente.

Por: Alex Milberg Director & Publisher Forbes Cono Sur y Santiago Zavattiero Director Editorial Forbes Paraguay

Fotos: Loli Ferrés

 

Es una de las mujeres más ricas, poderosas e influyentes del país. Belén Vierci no suele dar entrevistas pero hizo una excepción con Forbes Paraguay. Sin embargo, prefirió no responder preguntas vinculadas al grupo empresarial Vierci, fundado por su padre y del que continuará su legado junto a sus cuatro hermanos. 

Pero a lo largo de dos charlas aceptó repasar el origen de su camino de heredera a empresaria con sello propio, el crecimiento de su empresa, las novedades para el corto plazo y su visión sobre el futuro de Paraguay. 

¿Qué significa en tu vida de empresaria pertenecer a una de las familias más exitosas de Paraguay? 

Antes que nada quiero aclarar que por cuestiones de protocolos familiares no voy a hablar del grupo empresarial de mi familia. Si puedo decir que tanto yo como mi hermano y mis tres hermanas crecimos en una cultura del trabajo. Muchos podrán pensar que por tener recursos podríamos estar sin hacer nada, pero no es así como fuimos educados. 

FORBES PARAGUAY PORTADA #2

¿Cómo los educaron? ¿Cuál fue la regla de oro que les transmitió su padre para los negocios? 

Que en el diccionario la palabra esfuerzo está antes que la palabra éxito. 

 

¿Qué aprendiste de tu madre?  Porque si bien tiene muchos beneficios criarse al lado de un empresario como Antonio Vierci también debe ser un desafío. 

Mi madre fue la que me transmitió los valores de humildad, de empatía con el prójimo con un estilo muy distinto al mío, porque tenemos temperamentos muy diferentes. Ella es más reservada, habla bajo pero con firmeza. Tampoco diría que me parezco a mi padre, mi carácter y mi forma es más parecida a la de mi tía paterna. 

¿Cómo es? ¿Cuál es tu mayor virtud como empresaria? 

Soy más extrovertida, más impaciente, ese quizás sea mi mayor defecto como empresaria. Es muy humano ver los defectos antes que las virtudes. Por favor, creo que soy buena armando equipos de trabajo. 

¿Cuándo decidiste abrirte del grupo familiar y emprender un camino propio?

Fue una decisión que me llevó al menos diez años. Fui madre muy joven a los 20 y enseguida empecé a trabajar en las empresas del grupo como asistente de importaciones y ventas. Estuve en el Mercado 4, en el de Abasto, Luque, San Lorenzo, hablando con la gente, entendiendo el concepto de la compra venta y de qué hacer para con seguir un mejor precio. Luego me forme en el exterior y gane experiencia. Sabía lo que quería, lo que me apasionaba pero necesitaba darle forma. Hasta que vi una oportunidad en la industria del lujo y aquí estamos. 

¿Qué es el lujo? 

Hay un malentendido al respecto. Algo no es lujoso por ser caro: el lujo es exclusividad. 

Fotografía por Loli Ferrés

Maison B, la empresa que nuclea la representación de al menos cuatro marcas de lujo y dos tiendas referentes de Asunción hoy vende 30 mil prendas al año con un ticket promedio de  US$ 300. La empresa no brinda información oficial pero se estima una facturación conservadora de US$ 10 millones. Al lado de la facturación del imperio familiar, la cifra puede parecer irrisoria. Pero Vierci está orgullosa de haber iniciado el camino con la representación de Carolina Herrera: "ella me transmitió una responsabilidad enorme. A los 87 años es una persona llena de vida y energía. Y su hija me inspira ya que se animó con coraje a continuar el legado de su madre y de una marca de prestigio mundial", dice. Y piensa crecer tanto en Paraguay y planifica una expansión regional a Uruguay y Bolivia. "En Paraguay el mercado de lujo está lejos de llegar a su techo, creemos que recién está al 30% aunque no hay mucha información disponible", dice. 

¿Eso significa que no tienen certeza de que porcentaje del share del negocio tienen en Paraguay? 

La verdad es que no. La informalidad es uno de los gran desafíos que tenemos como sociedad. Además de la seguridad jurídica y tantos aspectos vitales para el desarrollo. 

En ese sentido, ¿cómo ves la gestión del presidente para afrontar estos aspectos? 

Recién empieza su gestión, pero creo que sobre todo para el área económica es de los presidentes más formados que hemos tenido y cuenta con un equipo con una sólida formación. Además de la estabilidad económica hay que continuar con las reformas para que el país pueda alcanzar el desarrollo y que llegue a toda la sociedad. Ese es un tema que realmente me interesa. Diría que mi empresa y la responsabilidad social empresarial son mis prioridades, además de mis nuevos proyectos para invertir en arte y cultura.

¿Invertir en arte como coleccionista?

No, no. No colecciono arte, colecciono carteras. Es un chiste. Me refería a invertir en arte al hecho de apostar al cine, no solo como actriz (estudió con Tana Schémbori y Juan Carlos Maneglia) sino como productora. Es muy difícil conseguir rentabilidad con eventos artísticos en Paraguay pero quiero lograrlo. 

¿En qué te ayudó tu faceta artística para los negocios? 

Volcar mi autenticidad sin miedo. A re saltar la dimensión, la conexión humana que tenemos en nuestro interior y ponerla dentro del negocio

Fotografía por Loli Ferrés

Lo de coleccionar carteras no fue solo una respuesta rápida. Aunque no lleva la cuenta, admite que tiene un stock importante que requiere cuidados especiales para pre ervar su valor. "Compre algunos modelos por US$ 800 que hoy valen US$ 4.500". Más tarde comparte una foto de una cartera Birkins de Hermes que fue vendida en Christie's en US$ 17 millones. "Asia es otro mundo, de esas por supuesto que no tengo", aclara. Las carteras, con otras tarifas, representan uno de los productos más vendidos de sus empresas. 

 

¿En qué invertís por fuera de tus negocios principales? 

Tengo un family office propio, cada uno tiene el suyo y desde ahí canalizamos Inversiones bursátiles, activos financieros. Lo sigo pero no a diario. Mi hijo se involucra un poco más pero también le da prioridad a su empresa. 

¿Invierten en criptomonedas? 

No. 

¿Te hubiera gustado que tu hijo trabajara en tu empresa?

No, me gusta que él también haga su propio camino. Dentro de muchos años quizás tenga una nieta y quién sabe. Él es joven. Tiene 26 años y empezó su empresa aún más joven. 

¿Le diste algún consejo distinto al que recibiste de tus padres? 

Lo mismo que recibí: humildad, trabajo y esfuerzo. Nada se consigue de la noche a la mañana. La importancia de la constancia. No hay camino fácil, no hay atajo, todo es un proceso. 

Antes decías que el mercado de lujo en Paraguay está lejos de su potencial. ¿Cómo puede crecer?

Vamos a seguir invirtiendo con dos o tres marcas nuevas y dos nuevos locales en 2025. El mercado local puede estar tranquilamente a un 30% de su potencial. 

¿Una meta sería vender 100 mil prendas al año? 

Tengo muchas metas. Esa cifra quizás se podría alcanzar. También queremos iniciar una expansión que tuvimos que frenar por la pandemia y abrir locales en Bolivia y Uruguay, primero en Montevideo y si va bien en Punta del Este. 

¿Y Argentina? ¿Hay espacio para la marca Carolina Herrera o llevar otras marcas? 

Espacio puede haber. Pero le tengo mucho respeto a Argentina por su economía tan inestable. Y a Brasil, por su propia idiosincrasia. 

¿A qué empresarios paraguayos admiras?

A mi padre, por supuesto. Y a Gustavo Saba Rodriguez y su esposa Janine que también tiene un rol muy importante. También admiro a Marite Rasmussen, su trayectoria, sus iniciativas sociales son inspiradoras. 

¿Cuál es el mayor obstáculo que debiste superar como empresaria?

La pandemia. Al igual que millones de personas en todo el mundo, tuvimos que adaptarnos al cierre. Aprovechamos para acelerar procesos de innovación, conservamos a todo el personal y estábamos preparados para inyectar capital si hacía falta. 

Fotografía por Loli Ferrés

¿Cuánto habían previsto?

Casi medio millón de dólares. Pero por suerte no hizo falta. La empresa estaba sana y al año siguiente tuvo un pico de ventas. La pandemia fue un ejercicio para lidiar con mi impaciencia: soñaba con avanzar con más locales y crecer en otros países y tuvimos que postergar. También debimos cerrar Maxmara. Recién ahora en 2024 pudimos retomar esos planes. 

¿Qué es el éxito?

Encontrar un equilibrio entre los objetivos profesionales y la vida personal. 

Forbes Paraguay presentó su Summit Mujeres Power, para destacar historias de mujeres que inspiran. Dentro de las problemáticas, se resaltó el machismo que aún prevalece en la región. ¿Cómo ves la situación en Paraguay? 

Uy todavía falta mucho… 

¿Si 10 fuera machismo extremo, en qué nivel se encuentra hoy Paraguay?

Ocho…Depende cuando se tome el punto de partida, el puntaje puede variar. Desde una perspectiva diría que se avanzó mucho, podría poner un siete, pero falta muchísimo. En nuestra empresa son treinta personas, veintiocho son mujeres. Pero si es un tema muy importante para la agenda del país y hay que trabajar en varias aristas, primero que nada la educación y la concientización: fomentar espacios donde se empodere a las mujeres, para enseñar desde temprana edad que no es una limitante ser mujer para llegar al puesto que uno aspira. 

Dado que son cuatro hermanas, ¿es un tema del que se habla en los almuerzos familiares? 

La verdad que no porque en mi familia no son machistas.