Con el fin de año acercándose rápidamente, muchas organizaciones se encuentran cerrando diligentemente su planificación estratégica para el próximo año.

Si bien desarrollar una estrategia sólida es un logro admirable, el libro del profesor de Harvard Business School, Robert Kaplan, The Balanced Scorecard: Translating Strategy into Action, destaca un problema alarmante: el 90% de las organizaciones no logra ejecutar sus estrategias con éxito. ¿Por qué?

En mi experiencia liderando innumerables transformaciones estratégicas, una de las razones clave del fracaso es la mala comunicación. La verdad es que el puente entre la estrategia y su ejecución exitosa se construye con el poder de las palabras.

Sin embargo, hablar de tu estrategia durante horas no es suficiente. Los líderes más efectivos utilizan diversas técnicas retóricas y recursos literarios, diseñados para lograr una rápida comprensión y adhesión a sus estrategias. A continuación, algunos ejemplos a tener en cuenta.

Historias que perduran

¿Cómo hacer que tu estrategia sea memorable? Convirtiéndola en una historia. Las historias tienen un poder único para cautivar, involucrar e inspirar una respuesta emocional en tu audiencia. Al incorporar imágenes vívidas y personajes con los que otros puedan identificarse, le das a tu estrategia un contexto que ayuda a los demás a entender su impacto.

Imaginá que estás presentando una nueva estrategia de atención al cliente. En lugar de enumerar métricas y procedimientos, contás la historia de "Jane", una clienta que tuvo una gran experiencia gracias al esfuerzo de tu equipo. Describís su recorrido desde la frustración hasta la satisfacción, destacando cómo cada elemento estratégico jugó un papel en el resultado positivo. Este enfoque narrativo le da vida a ideas abstractas, haciéndolas tangibles y captando la atención de tu audiencia.

Repetición para la retención

¿Por qué es que eslóganes como "un centavo ahorrado es un centavo ganado" permanecen en nuestra memoria? No es por su significado literal, sino por el efecto rítmico de la repetición. Repetir dos o más palabras o frases clave profundiza la comprensión y ayuda a retener la información.

En la comunicación estratégica, repetir los elementos principales garantiza que tu audiencia comprenda la esencia de tu mensaje. Además, refuerza tus puntos principales, haciéndolos más memorables.

Supongamos que estás liderando una reunión para presentar una nueva estrategia de proyecto. Al repetir constantemente los objetivos principales de tu proyecto —como innovación, colaboración y eficiencia— reforzás estas prioridades en la mente de tu equipo.

El arte de la estructura paralela

La estructura paralela (o frases paralelas) implica usar la misma estructura gramatical en frases o oraciones sucesivas para hacer que una idea sea más convincente. Esta herramienta lingüística mejora la claridad y facilita la comprensión de ideas complejas.

Proyectá que estás presentando una estrategia de negocio para expandirse a un nuevo mercado. Al usar frases o estructuras paralelas —"analizar la demanda, planificar la entrada, maximizar el crecimiento"— creás un argumento rítmico y persuasivo.

Metáforas que resuenan

¿Por qué decir algo de manera directa cuando una metáfora puede generar una comprensión más profunda? Las metáforas te permiten hacer comparaciones entre tu estrategia y algo familiar, creando un puente hacia conceptos complejos. Evocan imágenes vívidas y generan una conexión emocional. La misma palabra puede tener múltiples significados, añadiendo capas de profundidad.

Imaginá describir una nueva inversión de negocio que acabás de realizar como "sembrar semillas para un crecimiento futuro". Esta metáfora transmite la paciencia y el cuidado necesarios para alcanzar el éxito de una manera accesible e inspiradora. Usá metáforas para darle a tu estrategia un lenguaje figurativo que favorezca la claridad y el compromiso.

Pregunta retórica para la reflexión

¿Entiende tu audiencia la profundidad de tu estrategia? Las preguntas retóricas provocan reflexión e invitan a la introspección. Al plantear preguntas que requieren una consideración más profunda, guiás a tu audiencia hacia una mayor alineación con tus objetivos estratégicos.

Supongamos que estás en una reunión de directorio, presentando una nueva visión de marca. En lugar de simplemente enunciar la visión, preguntás: "¿Qué significa esta marca para vos? ¿Y para nuestros clientes?". Esto invita a tus colegas a reflexionar y comprender mejor la importancia de tu estrategia.

Razonamiento deductivo que convence

¿Cómo construís un argumento lógicamente sólido? A través del razonamiento deductivo. Empezá con un principio general y guiá a tu audiencia hacia una conclusión específica. Este enfoque estructura tu mensaje y aumenta su credibilidad.

Pensá en que presentás una nueva estrategia para mejorar la interacción con los clientes. Podés comenzar estableciendo el principio general de que una mayor interacción con los clientes conduce a una mayor lealtad a la marca y, en consecuencia, a un aumento en las ventas. No se trata solo de la estructura de la oración, sino de crear una narrativa que resuene con tu audiencia. Desde ahí, guiás a tu audiencia hacia la conclusión específica de que invertir en una plataforma de servicio al cliente personalizada logrará estos resultados. Al delinear claramente esta progresión lógica, ayudás a tu audiencia a comprender el razonamiento detrás de la estrategia y sus beneficios potenciales, basados en evidencia sólida.

Humor que humaniza

¿Es apropiado el humor en la comunicación estratégica? ¡Absolutamente! El humor aligera el tono y genera empatía, haciendo que tu mensaje sea más accesible y menos intimidante. Un toque de humor bien ubicado puede aumentar la participación y suavizar discusiones tensas.

Hacé de cuenta que presentás una nueva estrategia de marketing a tu equipo. Incluís una broma ligera sobre videos virales de gatos para resaltar la importancia del contenido atractivo. Esto no solo capta la atención, sino que también abre el espacio para ideas creativas, haciendo que tu estrategia sea más accesible sin perder profesionalismo.

Amplificar con hipérbole

¿Alguna vez usaste una figura retórica para enfatizar un punto? La hipérbole, una exageración deliberada, puede subrayar la importancia de tu mensaje. Llama la atención, crea énfasis y hace que tu estrategia sea más memorable. Sin embargo, usala con moderación para no comprometer tu credibilidad.

Visualizá que discutís una nueva estrategia de reducción de costos con tu equipo. Podés exagerar los ahorros potenciales diciendo: "¡Esta estrategia nos ahorrará una fortuna!". Esta afirmación hiperbólica crea impacto y destaca los beneficios significativos de implementar la estrategia. Solo asegurate de respaldar la afirmación con evidencia concreta.

La pausa estratégica

¿Cuándo fue la última vez que hiciste una pausa para causar efecto? La pausa estratégica es una herramienta poderosa que permite que tu audiencia absorba tu mensaje. Un discurso que incorpora esta técnica retórica crea anticipación y permite que los puntos clave resuenen. No se trata de silencio, sino de generar un espacio para la reflexión.

Imaginá que presentás una nueva estrategia de sostenibilidad a tus stakeholders. Después de exponer los objetivos clave, hacés una pausa y pedís a tu audiencia que considere cómo esta estrategia se alinea con sus valores y objetivos. Este breve momento de reflexión les permite conectarse con el mensaje a un nivel más profundo y aumenta las probabilidades de aceptación.

Cierre con un llamado a la acción

¿Cómo inspirás a actuar? Concluyendo con un llamado a la acción. Tu estrategia solo será efectiva si se ejecuta, así que motivá a tu audiencia a dar el próximo paso. Ya sea adoptando una nueva iniciativa o participando con tu equipo, hacé que tu llamado a la acción sea claro y convincente.

Pensá que presentás una nueva estrategia de gestión del cambio a tu organización. Después de exponer los pasos para la implementación, concluís diciendo: "Trabajemos juntos para hacer realidad esta visión. ¿Están listos para unirse a nosotros en este camino?". Este cierre empodera a tu audiencia a tomar acción para alcanzar los objetivos estratégicos.

Incorporando estos recursos retóricos en tu kit de herramientas de comunicación y en tu propio estilo, podés cerrar la brecha entre la estrategia y la ejecución. Convertí tu estrategia en una historia que resuene, un plan que comprometa y un llamado a la acción que encienda el cambio.

Nota publicada por Forbes US