Desde una temprana edad Nicole Huber instructora de yoga y de inteligencia emocional Isha System, sintió una inclinación hacia el mundo del bienestar y a los 18 años, decidió formarse e ingresar a un centro de desarrollo de inteligencia emocional del sistema Isha donde descubrió el poder del manejo emocional y la introspección.

“Ahí todavía no había sido introducida al yoga netamente, pero sí a otras herramientas de manejo emocional, de introspección y darme cuenta de que el poder que tenía, que cuando yo manejaba mis emociones, yo manejaba mi inteligencia emocional, vivía de un lugar sin miedo, era mucho más coherente con lo que quería, tenía más claridad”, expresó aclarando que eso fue antes de imbuirse al mundo del yoga.

Mientras estudiaba actuación en Los Ángeles en el 2015 Nicole tuvo su primer contacto con el  yoga y mencionó que la experiencia fue reveladora. No solo notó mejoras físicas significativas, sino que también encontró una paz interior que la conectó con su cuerpo. La diversidad de edades y habilidades en su primera clase de yoga le mostró que esta disciplina milenaria era accesible y beneficiosa para todos.

“Algo que me encantó es que en la primera clase había gente de todas las edades, había una señora de 72 años haciendo parada de cabeza y entendí de que esta es una disciplina milenaria que es para toda la vida”, dijo Huber.

En el eje corporativo

Nicole Huber focalizó parte de sus esfuerzos en el desarrollo del bienestar corporativo a través del yoga empresarial en los últimos tiempos. "Nosotros hacemos diferentes programas de acuerdo a la necesidad de la empresa, desde jornadas de bienestar integral para altos mandos o para mujeres, con temas que pueden involucrar desde yoga hasta charlas sobre nutrición integral o manejo emocional", explicó Huber.

Como facilitadora del sistema Isha y coach integral de salud, Huber se enfoca en el coaching del desarrollo y la inteligencia emocional. "Hacemos desde planes de jornadas específicas hasta pausas activas", señaló. Con el apoyo de su equipo ofrece pausas activas en diferentes empresas. Estas sesiones diarias, de unos diez minutos por departamento, proporcionan un reseteo mental y del sistema nervioso, lo que resulta en una mayor efectividad en el trabajo.

"Esto está inspirado en la tendencia mundial donde las empresas más grandes están poniendo mucho énfasis en el desarrollo de la inteligencia emocional y el bienestar físico", mencionó Nicole. Según ella, el yoga es una disciplina completa que aborda estos aspectos esenciales para el bienestar integral de los empleados.

Impulso de vida

Impulsada por su transformación personal decidió formarse como instructora de yoga y su primer profesorado lo realizó en Bali y posteriormente en el Valle Sagrado de los Incas, en Perú.

La pandemia de 2020 no detuvo volver realidad sus metas, “en plena pandemia fue cuando yo decidí abrir mi centro de yoga presencial y contrario a lo que se pensaba, que bueno, estamos en pandemia, hay que encerrarse, yo vi la necesidad y como la gente se dio cuenta de que la vida es ahora y que si tengo que ser feliz ahora y que tengo que cuidar mi salud y que está en mis manos cuidar mi salud”, expresó.

Los precios de las clases de yoga pueden variar, dijo Huber desde G. 120.000 para clases online  por ejemplo hasta aproximadamente G. 500.000 para clases ilimitadas en sus instalaciones.

Para aquellos interesados en el yoga Nicole recomendó buscar profesores experimentados que ofrezcan una práctica integral, no solo física sino también introspectiva. También hizo énfasis en la importancia de la meditación y la adaptación de posturas a las necesidades individuales de cada cuerpo “es una práctica introspectiva que incluye mucha meditación, trabajo del sistema nervioso a través de las respiraciones”.