Nicolás Darío Latourrette Bo es uno de los coleccionistas más importantes de arte en el Paraguay y su invaluable trayecto en el coleccionismo se puede palpar en su Museo de Arte Sacro en Asunción donde se exhiben más unas 91 valiosas piezas de las que al día de hoy disfruta. 

“En el Museo de Arte Sacro tengo una parte, son 91 imágenes, también tengo en mi casa, entonces ahí es donde yo me muevo y disfruto más de cerca de cada uno de ellos”, mencionó. Latourrette, considerado además el más importante patrocinador del arte en Paraguay, dijo que actualmente existe muy baja participación en las exposiciones de arte, salvo fechas festivas como mayo, con un público segmentado especialmente por estudiantes en edad escolar. 

En el Museo Sacro Santo, aseguró, suelen recibir visitas de estudiantes para quienes realizan un recorrido gratuito pero lamentó el poco interés de la sociedad en el arte lo cual aseguró que podría ser mejorado inculcando nuevamente ese amor y pasión por el arte, como en los años anteriores. 

Indicó que la única forma de lograr revertir la pérdida del valor por el arte es generando mayor promoción no sólo a nivel general, sino también poniendo mucho énfasis en las instituciones educativas mediante las actividades que lleven a los estudiantes a conocer más sobre el arte. 

Aseguró que al día de doy, la idea es generar que los niños, mediante el conocimiento adquirido en clases y visitas temáticas a los museos, puedan llevar a sus padres. “Los colegios deberían promocionar y hacer que el niño disfrute. Que el niño le lleve a su papá”, comentó. 

Una valiosa trayectoria

Dario Nicolás Latourrette Bo tiene una larga e importante trayectoria como coleccionista en el país y su patrocinio se remonta al 89 cuando, asesorado por la profesora María Estela Rodríguez Cubero, vio la necesidad que había de ayudar a que se recupere o que se cuide el patrimonio del país. 

Arrancó con la restauración del templo de Yaguarón, después del golpe de Estado de 1989, donde después de haberse terminado la parte del inmueble, él invirtió en la recuperación de los muebles, altares, confesionarios, imágenes, entre otros. Luego de haber contribuido a la restauración del templo de Capiatá se abocó a la recuperación de la Casa de la Independencia, donde también dejó su sello de amor por el arte. 

“Ahora lo más reciente fue un altar lateral del templo de la Santísima Trinidad.Y bueno, así me metí en esas cosas, es una gran satisfacción”, dijo. 

Inversión cultural

Tras su importante trayectoria de mecenazgo, Latourrette indicó que se siguen realizando inversiones para restauración de templos y destacó entre ellos los trabajos de los templos de Valenzuela y San Joaquín. En el caso del coleccionismo explicó que son muy pocas las personas que lo siguen haciendo. 

“Una inversión cultural. Yo insto a todos los que pueden gastar un poco en patrimonio, que gaste, que comparta porque al final es lo que es lo único que nos va a quedar acá”, refirió.