Raúl Valdez, presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym) señaló que la condición para el sector es bastante crítica y preocupante dado que se estima que la pérdida en términos de facturación de fletes estaría en torno a US$ 200 millones. 

"Eso equivale a un 30% de reducción de cargas totales o más, o  menos 7 millones de toneladas que no se podrán transportar", dijo. Explicó que los más afectados serían los productos brasileños dado que ya no se pueden llegar a esos puertos. 

Valdez indicó que hay que recordar que la flota paraguaya presta servicios de transporte de productos de toda la región y, en este caso, el principal producto que no se podrá transportar es el mineral de hierro de Mato Grosso, Brasil. 

Respecto a las cargas nacionales, dijo que el programa de exportación de soja tiene mayor representatividad en el porcentaje de participación y se ha logrado más del 90%. "Existen algunos lotes todavía que están pendientes de salir, pero creemos que eso no va a suponer  ningún tipo de riesgo para ser ejecutado", añadió. 

Por otro lado, explicó que los productos importados tienen también un riesgo y sobrecosto importante dada la bajante de los ríos, siendo el combustible el más comprometido. Indicó que casi el 100% es importado por vía fluvial teniendo en cuenta que la capacidad de transporte está limitada. 

"Si el río continúa bajando, así como cada día está ocurriendo, en las próximas semanas es posible que el combustible tenga que realizar transbordos de productos ya en puertos más alejados a la capital. Por ejemplo, del puerto de Pilar, y desde ahí distribuir o llegar, digamos, por vías terrestres hasta los centros de distribución que están localizados en la capital", comentó. 

Flota parada, menos empleos

El presidente de Cafym aseguró que lógicamente el empresario, para conservar los intereses del negocio y para preservar otras fuentes de empleos tiene que tomar la decisión de suspender contratos o incluso el despido de manos de obra que se encuentran desocupada. 

Recordó que actualmente, el 50% de la flota fluvial del país está parada dada la baja del río que superó todos los máximos históricos llegando a un nivel de -1,30 centímetro del cero hidrológico. 

"Económicamente es inviable sostener a la capacidad plena de mano ocupada, cuando más del 50% de las flotas, no por uno o dos meses, va a estar parada por cinco meses o quizás seis para poder ocupar nuevamente el total de la capacidad", aseveró.