El sector de la producción de cebolla se encuentra frente a un año desafiante donde la reducción en la superficie sembrada y las complicaciones climáticas mermaron la capacidad del país para satisfacer plenamente la demanda interna, según Diego Garcete, Coordinador de Gestiones de la producción de los rubros Cebolla y Papa. 

Garcete señaló que en 2024 se sembró solo 1.000 hectáreas de cebolla, significando una disminución en comparación con las 1.700 hectáreas de 2021 y un promedio de 1.300 a 1.400 hectáreas en años anteriores. 

Uno de los factores más determinantes en esta disminución fue el incremento en el costo de los insumos, que según el coordinador “prácticamente se duplicó”. Esto tuvo como resultado una reducción en las compras de semillas y fertilizantes, afectando la cantidad de superficie sembrada en todo el país.

“Las enfermedades que afectaron los cultivos y también las lluvias hicieron que gran parte de la producción de almácigo tenga una pérdida de por lo menos del 20% a 30%”, añadió.

Principales zonas de producción

A pesar de las dificultades, algunos departamentos continúan siendo los principales productores de cebolla, como el departamento de Paraguarí donde se plantaron alrededor de 300 hectáreas, seguido de Caaguazú con 280 a 290 hectáreas e Itapúa con 250 hectáreas. 

Garcete también mencionó que se estima una producción nacional de 18 millones de kilos para este año, suficiente para abastecer el mercado local durante tres meses y medio.

Itapúa zona sur: luz al final del túnel

Por otro lado, Diosnel Bareiro, gerente regional de la Dirección de Extensión Agraria en Itapúa zona sur, mencionó que en su región se esperan buenas cosechas, con una producción estimada de más de 3 millones de kilos de cebolla. 

“Las condiciones climáticas fueron  favorables este año, con temperaturas frías y buenas precipitaciones, lo que es ideal para el desarrollo del cultivo”, comentó. Pero también reconoció que la falta de sistemas de riego sigue siendo un desafío, limitando el potencial de producción en algunas áreas.

Bareiro también resaltó que el consumo nacional de cebolla es de 150 toneladas por día. Donde la producción local cubriría aproximadamente cuatro o cinco meses de consumo, “después de lo cual dependeremos nuevamente de las importaciones, principalmente de Argentina y Brasil”.

Buenas perspectivas y proyección para el año siguiente

Para el cierre de año el gerente espera que la zafra tenga una buena producción, ya que las condiciones climáticas son favorables. Estimando 25.000 kg por hectárea para la zafra promedio. “Al menos en esta zona, Itapúa sur”, explicó.

Y mirando hacia el futuro, Garcete confía en que los buenos precios de este año incentivarán a los productores a expandir sus cultivos en 2025. “Se espera que si los precios se mantienen altos la superficie sembrada de cebolla aumente junto con la calidad de la producción”, concluyó.