El Instituto de Biotécnica Agrícola (Inbio) y la Unión de Gremios de la Producción (UGP) presentaron sus estimaciones sobre la producción total de soja para la campaña 2023-2024. En el reporte mencionaron que la superficie de siembra alcanzó las 3.505.072 hectáreas con una producción total de 10.002.020 toneladas. 

Héctor Cristaldo, presidente de la UGP, indicó que el promedio de rendimiento llegó a los 2.854 kilos por hectárea, sin embargo, aclaró que existen dos situaciones distintas en el país que difieren de acuerdo a la zona. Los datos recolectados apuntan a que en la zona norte, específicamente en el departamento de San Pedro, existe una crisis dadas las condiciones climáticas adversas ante una sequía que se arrastra desde hace tres años. 

En tanto, en la zona sur del país se concentra en el eje del río Paraná, la superficie de siembra alcanzó niveles importantes con altos rindes que incluso llegaron a los 3.285 kilos por hectárea. En la zona de San Pedro, el promedio alcanzó un nivel de 1.430 kilos por hectárea, lo que refleja nuevamente pérdidas dado que el promedio para alcanzar costos es de 2.100 kilos por hectárea. 

 "Este año de nuevo están con dificultades y mucha gente quedó descapitalizada y con dificultad para encarar la campaña, eso se nota, son 60.000 hectáreas menos, el clima les está jugando una mala pasada a los productores", dijo Cristaldo. 

Comentó que la producción estimada es sin contar la zafriña del que no tienen aún datos y tampoco se tuvo en cuenta la producción sojera del chaco que generalmente no suman a las proyecciones dado el bajo nivel de siembra que se registra en la zona. 

Aseguró que en la zona de Alto Paraná además se logró una mayor productividad, lo que es muy difícil teniendo en cuenta que no existió un aumento muy elevado del nivel de siembra. Recalcó que un punto crítico es San Pedro, donde comentó que se debe poner foco y acompañar a todos los productores. 

Precios que no acompañan

El titular de la UGP señaló que el sector sojero, a nivel general, enfrenta varios desafíos además de las complicaciones climáticas en San Pedro. La caída de los precios internacionales representó una pérdida importante para todos los productores y para el país dado que ingresaron menos divisas. 

Explicó que si bien la producción fue levemente superior a las 10 millones de toneladas, los precios registran una reducción de cerca de US$ 150 por toneladas, lo que representa una baja en los ingresos de US$ 1.500 millones. 

"Con relación al año anterior cayó US$ 150, multiplicado por 10 millones de toneladas, son US$ 1.500 millones que hubiesen ingresado al Paraguay si el precio se mantenía, pero como el precio y el clima no manejamos, todo es muy relativo", añadió. 

Cristaldo dijo que se debe ir planificando y eso se podrá lograr en el caso de que el mercado se estabilice, sin embargo, afirmó que este año ya se dio un ajuste importante en los precios y con una tendencia de que siga con ese mismo escenario. "El riesgo cero no existe", sostuvo. 

Sobre ese panorama, indicó que el desafío es apostar a un mejor rendimiento con los mismos recursos, con las mismas áreas, sin embargo, a pesar de contar con todos los recursos tecnológicos y de experiencia, el precio y el factor climático siguen siendo factores que no se pueden manejar.