La industria porcina en Paraguay mostró un crecimiento significativo en los últimos años, destacándose en el consumo interno y en las exportaciones. 

Según el último informe del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (SENACSA), de enero a agosto de este año. Paraguay exportó carne de cerdo por un total de 6.600.138,66 kilogramos neto. Significando esto un valor FOB de US$ 18.681.541,97.

Enzo Mannarini, presidente de la Asociación Paraguaya de Productores de Cerdos (APPC), explicó  que "la faena este año fue un 3 % superior a la del año pasado". Esta diferencia se debe al crecimiento en las exportaciones en frigoríficos, que "han crecido aproximadamente un 200% en comparación al año pasado", lo que benefició a todo el sector.

"Gracias a que hay exportaciones se mantiene un precio estable, no un precio en alza", expresó.

Una carne del día a día

Hugo Schaffrath, presidente de la Asociación de Criadores de Cerdos del Paraguay (ACCP), mencionó que "la carne porcina ya dejó de ser una carne para ocasiones y pasó a ser una carne que también está en el día a día en la mesa del paraguayo". 

Este cambio en los hábitos de consumo impulsó la demanda y lo llevó a un mayor enfoque en la producción local. También explicó que el consumo de la carne aumentó con un incremento de aproximadamente medio kilo por habitante en la última década. 

Pero a pesar del crecimiento en el consumo, la producción en las granjas presenta variaciones significativas. Algunas granjas logran producir hasta 35 animales por hembra al año, mientras que otras apenas alcanzan 22. 

Estabilidad y precios

"Lo mejor para una industria es un pequeño crecimiento, pero más que nada la estabilidad en precios. A nadie le conviene precios volátiles hacia ninguno de los extremos", explicó.

Esta estabilidad permite a los productores trabajar con mayor tranquilidad, dejando un margen de aproximadamente un 25 % en la producción, siempre que se gestione eficientemente. Mannarini también destacó que los costos de producción han tenido una leve tendencia a la baja, especialmente en el maíz y la soja, lo que contribuye a la estabilidad en el sector. 

"La parte de exportación está dando realmente un boom para arriba en lo que es la industria", añadió.

Relación entre productores e industriales

Sobre la relación entre productores e industriales, Mannarini afirmó que "hay una estabilidad muy interesante entre ambos, ya que uno no existe sin el otro". A diferencia de otros sectores, como el vacuno, donde existen conflictos entre industriales y productores, en el sector porcino hay una "perfecta armonía".

"Lo que a todos nos conviene es la estabilidad, porque nos da una buena previsión de qué es lo que va a pasar", expresó Mannarini. Esta previsibilidad es clave para evitar la incertidumbre que afecta a cualquier negocio.

Futuro del sector porcino

En cuanto al futuro del sector, Mannarini mencionó que, según un informe del Banco Mundial, "hay dos sectores que van a crecer exponencialmente en los próximos cinco años: el sector arrocero y el sector porcino". 

Aunque dijo que los pequeños productores enfrentan desafíos significativos, especialmente en la obtención de financiación para expandir su producción. 

"La demanda es altísima y prácticamente podemos cubrirla con la oferta actual, pero necesitamos aumentar nuestra producción", explicó y agregó que todo lo que se produce ya está vendido mucho antes de que el animal esté terminado.