Después de la cosecha récord del 2022, tiempo en el que se alcanzó un volumen cercano a las 6 millones de toneladas, el maíz empezó a registrar una importante caída, tanto en términos de producción como en valores dados los bajos niveles de exportaciones. 

Según el último informe del Banco Central del Paraguay (BCP), los envíos de maíz cayeron 22,4% en los primeros cinco meses del año alcanzando un nivel de envíos de 388,6 mil toneladas.

En nivel de ventas generó ingresos 43% menores a los del mismo periodo del año anterior, es decir, entraron al país US$ 69 millones, unos US$ 53 millones por debajo de los más de US$ 123 millones del 2023. 

Pero al parecer la mala racha de este comodity estaría cambiando poco y las esperanzas empezaron a brotar en el campo maicero del país, situación que ya se refleja en el nivel de superficie sembrado en la campaña 2023/2024. 

El reporte de estimaciones realizados por el Instituto de Biotécnica Agraria (Inbio) y la Unión de Gremios de la Producción (UGP) señala que durante esta zafra se sembró maíz en 88.473 hectáreas, lo que representa un aumento de 10.673 hectáreas frente a la campaña anterior. 

El mayor efecto positivo de la superficie sembrada se observa en Alto Paraná donde se registró un aumento de 14.779 hectáreas, seguido de Canindeyú donde el incremento fue de 13.441 hectáreas. En tanto, las mayores disminuciones se dieron en Itapúa y Amambay. 

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Alfred Fast, presidente de Inbio, señaló que existe un aumento en la superficie de siembra lo que mejora las perspectivas de cultivos para el grano en todo el país. A pesar de las condiciones anteriores, mencionó que el maíz es muy importante debido a que además de combinar con otros rubros genera grandes beneficios como cobertura. 

Explicó que en la zafra principal, la mayor parte de la cosecha está destinada a los silos donde se convierten en balanceados para los animales, tanto vacunos como aves. “El maíz tiene su lugar fuerte en Paraguay en lo que es zafriña y este año vamos a ver cuánto al final sale”, dijo. 

Si bien los números no se conocerán todavía, Fast mencionó que existen zonas del país donde, ante un atraso en la siembra de soja, ya no tendrán tiempo de cultivar maíz dado el riesgo de heladas, sin embargo, asegura que en el norte, las condiciones climáticas generan margen para una siembra más tardía. 

“Pero el maíz creo que este año, si siguen así las condiciones, puede salir bastante bien. Ya me están diciendo de varias cooperativas, que están empezando a cosechar y que hay cultivos que salieron muy bien. El maíz vino para quedarse y se va a quedar”, afirmó. 

Precios, otra lucha

El titular de Inbio explicó que el precio internacional es otro factor que juega mucho en contra de la decisión de sembrar, sin embargo, explicó que se trata de una cuestión bastante natural teniendo en cuenta que si existen bajos precios se planta menos. 

Sin embargo, en el caso del maíz, indicó que cuando los valores en el mercado externo no ayudan se venden menos pero en zonas donde existe mucha ganadería, el grano que no se comercializa va a ensilaje y se convierte en alimento de los animales convirtiendo el grano en carne y leche. 

“Entonces el maíz sí o sí va a quedarse, o sea, tiene muchísimo futuro”, afirmó. Según las últimas actualizaciones del mercado, el maíz registra un valor de US$ 433 por cada toneladas, lo que evidencia una nueva baja de 3o puntos respecto a ayer miércoles dado que el promedio se ubicaba por encima de los US$ 460.