Enrique Arrúa, director de la Cámara Paraguaya de Molineros (Capamol) indicó que para este periodo 2024, se han sembrado aproximadamente unas 400.000 hectáreas de trigo y se espera una producción aproximada de 1.000.000 toneladas. 

Indicó que todo este volumen de producción depende de los inconvenientes climáticos que pueden afectar el rendimiento y la calidad del trigo. Explicó que Paraguay produce el doble de trigo de lo que consume dado que sólo el 50% de la producción nacional se industrializa y se convierte en harina y sus derivados; en tanto, el 50% restante se exporta como tal al Brasil. 

Arrúa indicó que el principal desafío que tiene la industria molinera nacional es la de encontrar nuevos mercado que permitan directamente la exportación de harina procesada, lo cual también generará un gran impacto en el sector dado que se podrá vender valor agregado. 

“El parque industrial actual sí tiene la capacidad de industrializar prácticamente el 100% de la producción triguera nacional, por lo que es necesario continuar trabajando en la apertura de mercados permanentes de exportación”, agregó. 

Indicó además que es importante trabajar en el perfeccionamiento y unificación de criterios y calidades internas que nos permitan tener un estándar al momento de ofrecer el producto al cliente importador.

Precio y calidad

El director señaló que el precio de la harina está directamente relacionado al trigo y su calidad. Señaló que en el caso de que el trigo esté barato, generalmente, la calidad es baja por lo que la harina resultante no sirve para ciertos productos, como la panadería. 

“El trigo de baja calidad debe ser mezclado con otras partidas anteriores de trigos óptimos (y más caros), incrementado de esta manera la base de cálculo del precio final”, comentó. Aseguró que actualmente, el precio de la harina, en bolsas de 50 kilos, se encuentra en G. 195.000 a G. 200.000. 

Como está previsto, aseguró, la cosecha de trigo en este periodo será importante y de muy buena calidad atendiendo a que el frío de las últimas semanas tuvo un impacto positivo en las parcelas y las heladas que se dieron no afectan de sobremanera las plantas. 

Industrias y negociación

Las industrias molineras tienen silos de almacenamiento de trigo. Realizan compras anuales de acuerdo al precio, disponibilidad, calidad y espacio en silos. A mayor capacidad de silo, mayor posibilidad de tamaño de compra y negociación de precios. “Siempre se prioriza y asegura el consumo local. Lo demás se exporta”, dijo Arrúa. 

Aseguró que el paraguayo es un gran consumidor de panes y pastas. Estas se encuentran prácticamente en el 100% del menú de los connacionales, además de otros productos que también utilizan como base la harina, tortillas, masas, galletitas, etc. 

Explicó que Paraguay, al ser un país autosuficiente en producción de trigo y harina, tiene ventajas competitivas y comparativas a diferencia de otros países con situaciones diferentes. “Esto nos permite tener una mejor sostenibilidad de los precios de cara al consumidor”, aseveró. 

Expresó que por sus cualidades nutricionales, la harina paraguaya fortificada con vitaminas y minerales, se encuentra entre las de mejor calidad regional, por lo que es un producto altamente recomendado para la mesa de los paraguayos.