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Bono demográfico, desarrollo
Macroeconomía

Preparando al país para el cambio, impulsar a los jóvenes es clave para el desarrollo

Fabrizio Meza Periodista

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Rocío Galiano, representante nacional del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) enfatiza la necesidad de utilizar el tiempo restante del bono demográfico para asegurar un desarrollo sostenible.

18 Julio de 2024 17.29

El país está empezando a envejecer y si bien aún goza de un bono demográfico joven, el verdadero desafío radica en la falta de aprovechamiento y capacitación del capital humano joven.

“La configuración de la población de un país nunca es un problema, la situación demográfica siempre enfrenta oportunidades y retos”, afirmó Rocío Galiano, representante nacional del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). 

Galiano señaló que esta fase de la transición demográfica ofrece una “ventana de oportunidad” significativa y añadió que en Paraguay, la población en edad de trabajar y producir supera a la población dependiente, esta es una ventaja potencial para el crecimiento y desarrollo del país. 

El país todavía tiene una población joven, que representa en la actualidad, entre la población entre 15 y 29 años, aproximadamente el 27 % de la población total”, añadió Galiano. Aunque, reconoció que los datos pueden variar con los datos finales del censo, “el porcentaje podrá variar, pero no mucho”. 

Sin embargo, advierte que esta situación no es estática, ya que a lo largo de las últimas décadas, la estructura demográfica fue cambiando y seguirá haciéndolo en el futuro. 

Rocío Galiano.
Rocío Galiano.

Los números alertan con tiempo

Para el año 2075, se espera que el grupo de personas de 60 años o más supere en número a todos los demás grupos etarios, alcanzando una población de 2,8 millones, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CELADE).

El país ya está enfrentando el desafío del envejecimiento poblacional. Actualmente, la mayoría de la población (61% del total) se encuentra en el rango de edad de 15 a 59 años, pero para el año 2100, este grupo se reducirá al 52%.

El envejecimiento de la población se está acelerando. En 80 años, una de cada tres personas tendrá 60 años o más. Para el año 2100, la cantidad de personas de 80 años o más será 10 veces mayor, alcanzando las 830.000 personas.

Una ventaja que viene con retos

La representante recalcó que “todavía tenemos tiempo”, pero dicha ventaja sociodemográfica de contar con una población en edad de producir, si bien la tendremos durante algunos años, también representará un desafío.

Galiano destacó la importancia de las políticas públicas para asegurar que, independientemente de la configuración demográfica, la población pueda realizar plenamente sus proyectos de vida y ejercer sus derechos, contribuyendo al mismo tiempo al desarrollo del país. 

“Y eso representa un desafío enorme y muy urgente de invertir en aquellas políticas que permitan a los jóvenes aprovechar al máximo su potencial”, dijo.

Destacó la importancia de políticas integrales que aborden salud, educación y empleo, enfocadas especialmente en la juventud, para asegurar un desarrollo sostenible y equitativo. Es crucial la necesidad de garantizar el acceso oportuno a servicios de salud en las comunidades jóvenes. 

En términos de educación, señaló la urgencia de eliminar las barreras que impiden a los jóvenes completar la educación secundaria. “Necesitamos incentivos económicos, transporte, merienda escolar y asistencia extraescolar para asegurar que los jóvenes puedan concluir sus estudios,” afirmó.

Respecto al empleo, enfatizó la importancia de crear oportunidades para el primer empleo en condiciones decentes, que incluyan aportes a la seguridad social, acceso a seguro médico y contratos laborales formales que garanticen al menos el salario mínimo. 

Un proceso inevitable

Por último, Rocío Galiano enfatizó la necesidad de utilizar el tiempo restante del bono demográfico para asegurar un desarrollo sostenible, donde las personas puedan realizar sus proyectos de vida plenamente.

Sobre la transición recordó que es un proceso inevitable para Paraguay y que “nos estamos preparando para un cambio en la estructura de edades, con una población adulta mayor en crecimiento. Esto significa fortalecer los sistemas de salud y hacer más sostenibles los sistemas contributivos de pensiones,” explicó. 

Además, mencionó la importancia de crear oportunidades para que las personas mayores puedan seguir siendo productivas si así lo desean, contribuyendo de alguna manera a la comunidad.

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