Los pronósticos son favorables para Paraguay, tanto por parte del Banco Central  del Paraguay (BCP) como de los organismos multilaterales que prevén un crecimiento económico mayor al 3,5% al cierre del 2024 y también para el 2025.

A pesar de que en la primera mitad de este año, el desempeño fue bien dinámico y sin muchas complicaciones, el segundo semestre se muestra un poco más desafiante debido a varios factores que podrían complicar la actividad y afectar algunos indicadores de corto plazo, como la inflación. 

Wildo González, Economista Jefe de Puente Paraguay, aseguró que se espera una reversión de la inflación para diciembre en el centro del rango meta, sin embargo, podría estar un poco por encima pero sin alterar mucho la economía.

Un elemento bastante presente en la comunidad y que últimamente está teniendo mucha volatilidad, indicó, es el escenario externo dada la importante ponderación que tienen los mercados para la economía teniendo en cuenta el impacto en las exportaciones. 

Si bien el escenario está estable, González comentó que sigue siendo negativo para la economía dadas las tasas de interés de corto plazo del sistema financiero que se mantienen altas, además de las de largo plazo que también permanecen en un nivel alto. 

Otro de los riesgos, según comentó, son los precios internacionales de la soja, que si bien esperan que podría subir en los próximos meses, siguen en negativo, situación que ya se registra desde hace varios meses. 

Todos estos factores, según el economista, se notará o tendrá impacto en el consumo que experimentaría una disminución, derivado de un mercado laboral debilitado y un menor comercio exterior.  

Escenario bastante mixto

El experto mencionó que si bien el dólar podría apreciarse, ayudaría en la importación de capitales, sin embargo, teniendo en cuenta las condiciones de comercio del país, las mismas podrían caer. 

Respecto a lo que representaría la bajante del río para la economía, indicó que todavía no se está materializando, no obstante, reconoció que si llega a materializarse afectará fuertemente. 

“Eso va a afectar muy negativamente a las exportaciones, y probablemente también con un menor nivel de importaciones, va a terminar llegando un poco más de inflación”, comentó. 

Por su parte, Stan Canova, analista financiero, señaló que Paraguay es claramente un país que depende de su clima pero no solamente para calcular el rinde de cosechas sino para ver el nivel del río.  “Una variación en las lluvias y variación en temperaturas afecta el nivel del rio y en consecuencia los costos de fletes suben dado que disminuye la capacidad de carga de las barcazas”, comentó. 

Sobrecostos a la producción

Según la Dirección de Hidrología, las condiciones de los ríos son complicadas debido a la tendencia a la baja que se presenta. En Asunción, el río Paraguay ya se encuentra en un nivel bastante bajo que podría llegar a su mínimo histórico. 

En ese sentido, Esteban Dos Santos, miembro del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym) indicó que ya se registra una disminución del 25% en la capacidad de carga que, teniendo en cuenta las casi nulas precipitaciones que se tendrán en los próximos meses, podría llegar a un nivel del 50% de reducción generando un sobrecosto importante para la producción nacional. 

Canova mencionó que experimentamos la debilidad de no tener un sistema ferroviario interconectado con las de los países con costa al mar, y que de alguna manera pueda suplir esa dependencia del nivel del río. 

“Uno de los primeros afectados por esta bajada del río con su subsiguiente suba de costo del combustible es el rubro combustible. Esto hará como un efecto resonante a los demás productos de la canasta, lastimosamente en un corto plazo”, explicó. 

A esto, dijo que se suma la volatilidad del dólar en un país en que la gente en general no usa y tampoco conoce de mecanismos de resguardo.