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Bandera Unión Europea. Fuente: Wikimedia Commons.
Macroeconomía

Restricción de la Unión Europea sigue preocupando por su posible impacto en la soja y la carne

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El reciente reglamento de la Unión Europea, que entrará en vigencia en 2025, establece estrictas exigencias de trazabilidad y certificación para productos como la soja y la carne bovina, lo que representa un desafío significativo para Paraguay.

3 Septiembre de 2024 05.50

La reciente normativa de la Unión Europea, aprobada en 2023, establece nuevas exigencias para la importación y comercialización de productos dentro de su territorio. 

La regulación, que entrará en vigencia el 1 de enero de 2025  exige trazabilidad y certificación de que ciertos productos, como el ganado bovino, la soja, el cuero y la madera, estén libres de deforestación a partir del 31 de diciembre de 2020.

Esteban Vasconcellos, asesor de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), en el marco del evento “Campo Summit” de Forbes Paraguay explicó que la normativa ya está vigente y no requiere una firma adicional, sino que es una realidad que afectará a Paraguay, especialmente en sectores clave como la soja y la ganadería. 

La normativa, conocida como reglamento 1115 establece que la trazabilidad de estos productos es fundamental para su acceso al mercado europeo.

Esteban Vasconcellos, asesor de la Unión de Gremios de la Producción (UGP)
Esteban Vasconcellos, asesor de la Unión de Gremios de la Producción (UGP)

Consecuencias para Paraguay

El impacto directo de la normativa en Paraguay podría ser limitado, dado que Europa no es un mercado significativo para la carne y la soja paraguaya. Sin embargo, la situación se complica si Argentina enfrenta restricciones debido a la normativa europea, esto podría repercutir en la exportación paraguaya.

“Entonces tenemos que buscar como sector y como país, cómo facilitar, cómo hacer algo sencillo, cómo hacer algo voluntario, de tal manera de que eso se pueda continuar operando con Argentina y se pueda seguir exportando la soja”, añadió.

Vasconcellos indicó que uno de los principales desafíos será implementar un sistema de trazabilidad que no resulte excesivamente costoso para los productores. La normativa exige que el sistema sea voluntario y accesible, especialmente para pequeños y medianos productores que representan una parte significativa del sector.

Desafíos y adaptación

Uno de los mayores retos identificados es la necesidad de demostrar que las parcelas agrícolas y ganaderas no sufrieron deforestación desde la fecha límite establecida. Este aspecto es crucial para cumplir con la normativa europea. Además, se enfrenta a la dificultad de integrar esta trazabilidad en las leyes y certificaciones locales, que la Unión Europea no considera suficientes por sí solas.

Vasconcellos destacó que, aunque se solicitó más tiempo y ajustes en la normativa, la Unión Europea mantuvo una postura firme sobre los requisitos. Esto generó una necesidad de que el sector público paraguayo, tanto público como privado, colabore para adaptar los procesos a estas exigencias. 

Por último, subrayó la importancia de unir esfuerzos y generar proyectos propios que fortalezcan la posición de Paraguay en el ámbito internacional. A pesar de las dificultades, es fundamental que el país avance de manera proactiva y no reactiva, aprendiendo de ejemplos internacionales como el de Uruguay.

“Uruguay generó un programa que hoy internacionalmente está validado y para ellos las negociaciones internacionales creo que son más fáciles y están ganando mucho espacio y mucho comercio y mucho mercado dentro de ese sistema”, concluyó.

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