Mediante resolución n° 20 de mayo de este año,  el Banco Central del Paraguay (BCP) decidió autorizar las medidas de flexibilización financiera para el sector productivo a pedido de la UGP dada la situación de pérdida en la que ingresaron varios sectores agrícolas y el ganadero ante los efectos de las condiciones climáticas adversas. 

Para Héctor Cristaldo, titular de la UGP, estas medidas son un elemento que da tranquilidad a la gente del campo que tuvo perjuicio permitiéndole programar mejor su flujo y el repago de sus obligaciones. Mencionó que se facilitan las negociaciones y los productores pueden seguir trabajando. 

“Se puede armonizar el tema financiero con la necesidad de trabajo, capital operativo de la gente para seguir produciendo y para que la economía se siga moviendo, porque el campo, tanto la agricultura como la ganadería, son los motores de la economía paraguaya y necesitamos esos motores, que no se detengan”, dijo. 

 Explicó que la campaña fue atípica por las condiciones climáticas donde en el sur del país se registró un exagerado nivel de agua, en el centro el comportamiento climático fue normal mientras que en el norte y Chaco se dio una fuerte sequía. 

Comentó que los rubros afectados fueron la soja, el maíz, el trigo, arroz y el sector ganadero en general, específicamente del Chaco paraguayo. Cristaldo añadió que sigue registrándose preocupación respecto al clima pero apuntó a que a finales del segundo semestre del año se tendría un panorama más claro del comportamiento del clima. 

Según los datos del BCP, el sector agrícola, al cierre de marzo, contó con una cartera de créditos de US$ 2.420 millones acompañado de una morosidad del 1,44%. El nivel de mora del agribusiness fue del 0,96% mientras que el sector ganadero acumuló una mayor tasa ubicándose en un nivel de 2,14%. 

En la resolución explicaron que la matriz bancaria busca minimizar los efectos económicos adversos generados por los factores naturales desfavorables, contribuyendo con los sectores productivos afectados.

Medidas aprobadas

Entre las principales medidas figuran la formalización de las renovaciones, refinanciaciones o reestructuraciones del capital, incluyendo los intereses devengados y otros cargos, sin cómputo del plazo de mora, mientras que para las operaciones de plazos superiores a dos (2) años que requieran de renegociaciones parciales (cuota/s) no regirá la obligación de cancelar la totalidad de la operación. 

Además establecen que las entidades financieras deberán constituir previsiones sobre el saldo de la cartera beneficiada con la medida transitoria y autorizar el diferimiento de los cargos generados por las previsiones establecidas en el artículo anterior, que serán reconocidos gradualmente. 

Dispone también que las entidades financieras podrán dejar de considerar las pérdidas comprobables que deriven de los efectos climáticos adversos (sequía e inundaciones), como “Debilidades financieras transitorias” ni como “Dudas razonables sobre el reembolso del crédito”, entre otros.