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Paraguay se encuentra en el umbral de un logro trascendental: el Grado de Inversión, un ascenso que nos sacaría de las sombras y nos elevaría hacia nuevas alturas, liberándonos de las sombras de ser considerado un país de "alto riesgo”.

Llegar hasta este punto no fue fortuito; Paraguay ha demostrado en los últimos 30 años, política y económicamente, una estabilidad destacable. Llegar al Grado de Inversión no solo permitirá a Paraguay acceder a financiamiento con tasas más favorables en el parquet financiero, sino que también destrabará un flujo de capitales a nivel global sin precedentes para nuestro país. Paraguay ha cumplido con la mayoría de sus deberes para unirse al selecto grupo de las economías más serias del mundo.
 

CRECIMIENTO ECONÓMICO

La economía paraguaya este año llegará a los US$ 46.607 millones, con un crecimiento del 3,8% proyectado para este año. Aunque nuestro tamaño aún se sitúa distante de nuestros vecinos, no podemos subestimar el crecimiento exponencial que hemos experimentado en las últimas dos décadas, donde Paraguay ha sido testigo del paso de US$ 7.876 millones en 2004 a US$ 24.681 millones en 2014 a lo que es en la actualidad. Donde la tasa de crecimiento promedio de los últimos 20 años fue del 3,7%. 

Los grandes pilares de la transformación económica nacional son la agricultura, la manufactura y el comercio. El buen manejo de la Política Monetaria hizo que el crecimiento sostenido de la macroeconomía sea acompañado con variaciones controladas de precios; el país tiene una inflación estable hace más de una década en el orden del 4% (exceptuando casos como el 2022 donde los precios se elevaron 8,1%). Deloitte destaca que “Paraguay tiene un marco macroeconómico sólido basado en reglas fiscales, metas de inflación y un régimen cambiario flexible. A su vez, existe un sistema económico basado en el libre comercio y la libre circulación de capitales. No existen controles de precios ni otros tipos de restricciones”. 

Además, el guaraní, la moneda nacional, tiene 80 años de antigüedad, siendo una de las más antiguas de la región, lo que destaca la solidez, estabilidad y confianza en la economía paraguaya. El billete de mayor circulación del país, el de G. 100.000, ya posee 26 años de antigüedad.
 

EFECTO DERRAME

El impacto social del crecimiento económico en Paraguay es evidente. En 2002, más del 57,7% de nuestra población se encontraba sumergida en la pobreza, con un preocupante 16,2% viviendo en condiciones de pobreza extrema. Sin embargo, estos sombríos números contrastan fuertemente con nuestra realidad actual, donde la pobreza total ha disminuido al 24,7% y la pobreza extrema al 5,6%. Estos datos reflejan un cambio significativo en la distribución de la riqueza, atribuible en parte al crecimiento económico, que ha generado empleos, implementado políticas públicas efectivas y mejorado nuestros sistemas de salud y educación. Sin embargo, una investigación del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (CADEP) sugiere que para mantener este progreso y reducir aún más la pobreza, necesitamos tasas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) superiores al 5% anual, mientras mantenemos un enfoque constante en abordar la desigualdad y controlar la inflación.
 

CRECIMIENTO PARA AFUERA

Con mucho trabajo y perseverancia, Paraguay ha ido conquistando con sus productos a los mercados más exigentes. Entre los principales productos de exportación está la carne, cereales y semillas, llegando a comercializarse en 146 países actualmente. En 2023 se lograron diversos hitos, como el total de las exportaciones que llegó a US$ 17.311 millones, la apertura de 28 nuevos países, entre esos Estados Unidos para la carne vacuna. A esto hay que sumar el régimen maquila que es un régimen de incentivos a las inversiones y exportaciones para la manufactura nacional que entre sus beneficios se encuentra el tributo único del 1%, recuperación del IVA (Impuesto Valor Agregado), suspensión de aranceles de importación, exenciones del pago de tasas o tributos de remesas. En el régimen maquila trabajan unas 280 empresas, generando casi 23.000 puestos de trabajo de manera directa.
 

SISTEMA FINANCIERO

El sistema financiero es la columna vertebral de las economías ya que es por donde fluyen los capitales para los diferentes sectores productivos. Actualmente, el sistema financiero nacional es uno de los motores de la economía, ya que promueve el acceso a capitales a diferentes rubros. 

El sistema financiero se presenta como el articulador económico de todos los sectores que dinamizan al país.

LA PATA FLOJA, INSTITUCIONALIDAD

La fragilidad institucional que enfrenta Paraguay es un obstáculo crucial en su camino hacia el anhelado Grado de Inversión. La independencia de los poderes, la garantía de la seguridad jurídica, la necesidad de reformas estatales profundas y la lucha contra la corrupción se alzan como imperativos ineludibles. La transparencia en el sector público y el combate eficaz contra la evasión fiscal son aspectos vitales que exigen atención inmediata. Además, la calidad de las leyes debe ser revisada y fortalecida para impulsar un entorno favorable para los negocios y la inversión. 

La fragilidad institucional que enfrenta Paraguay es un obstáculo crucial en su camino hacia el anhelado Grado de Inversión.

Expertos coinciden en que la internacionalización debe ser  una estrategia vital para diversificar la economía paraguaya y reducir su dependencia de factores climáticos. La atracción de nuevos negocios, especialmente en los sectores de manufactura y tecnología, se perfila como una vía para estimular el crecimiento sostenible y generar empleo. Sin embargo, para lograr este objetivo, es imprescindible fortalecer la imagen internacional del país y mejorar su posición en el escenario global. Una investigación realizada por Desarrollando Ideas de Llorente & Cuenca subraya la necesidad de medidas concretas y coordinadas para alcanzar el Grado de Inversión. Incrementar la base tributaria, combatir la evasión fiscal, invertir en educación y mejorar la eficiencia del gasto público son pasos cruciales que deben ser dados. Reformar el sistema judicial emerge como una prioridad indiscutible, ya que su funcionamiento adecuado no solo fortalecerá el estado de derecho, sino que también contribuirá significativamente a la mejora de los indicadores económicos y sociales del país. 

Este camino hacia el Grado de Inversión no está exento de desafíos. Paraguay debe mantener su rumbo, abordando cuestiones críticas como la distribución de la riqueza, el fortalecimiento de sus instituciones y la mejora continua de su infraestructura.