A pesar de que las mujeres representan aproximadamente el 49,7% de la población en Paraguay, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2023, aún enfrentan significativas desigualdades en diversos ámbitos. A pesar de contar con un mayor promedio de años de estudio (10,1 años frente a 9,8 años para los hombres), su participación en el mercado laboral es considerablemente menor y suelen trabajar en condiciones informales, percibiendo salarios más bajos en promedio.

Las estadísticas laborales muestran una preocupante disparidad: las mujeres tienen una tasa de ocupación del 53,9%, frente al 79,1% de los hombres. En términos de ingresos, la diferencia también es notable. El ingreso promedio de las mujeres asciende a G. 2.341.000, mientras que el de los hombres es G. 3.015.000, una brecha de G. 674.000 (INE, Encuesta Permanente de Hogares Continua 2022).

Las diferencias en el acceso a la economía formal también se reflejan en el sistema financiero. Las mujeres poseen el 44% de las cuentas de depósito, en comparación con el 50% de los hombres. En cuanto a créditos, el acceso es aún menor: las mujeres representan el 40% de los créditos otorgados, mientras que los hombres el 55% (Banco Central del Paraguay, BCP).

Estas cifras subrayan la persistente brecha de género en Paraguay, evidenciando una desigualdad en la utilización de servicios financieros entre hombres y mujeres. Las mujeres enfrentan barreras no solo en el acceso a empleo formal y salarios justos, sino también en la obtención de servicios financieros esenciales para su desarrollo económico.

Avances y desafíos

A pesar de estos desafíos, se han registrado algunos avances. Programas gubernamentales y organizaciones no gubernamentales están trabajando para reducir estas brechas. Iniciativas como la promoción de la inclusión financiera y el empoderamiento económico de las mujeres buscan cerrar estas diferencias y fomentar una mayor igualdad de género.