Las criptomonedas ya no son más activos "independientes" que actúan como cobertura en caso de crisis financieras. De hecho, están más correlacionadas con las acciones que nunca, lo que significa que son las mismas variables macroeconómicas las que están dándole forma a la evolución de ambos instrumentos del mercado.
Puntualmente, el coeficiente de correlación de 40 días entre un indicador de los 100 mayores activos digitales y el índice S&P 500 ronda las 0,67 veces, un nivel superado solo en el segundo trimestre de 2022, cuando llegó a las 0,72. Cabe señalar que una lectura de 1 indica que los activos se mueven al unísono, mientras que una cifra de -1 señala un movimiento exactamente inverso.
La semana pasada, las acciones estadounidenses alcanzaron niveles récord y el bitcoin superó los US$ 64.000 tras el anuncio de la Reserva Federal (Fed) sobre un ciclo anticipado de flexibilización monetaria, comenzando con una fuerte reducción de 50 puntos básicos en las tasas de interés.
Ahora, los próximos datos económicos de Estados Unidos son cruciales para los inversores de diversos tipos, que buscan indicios sobre la posible magnitud y velocidad de futuros recortes en los costos de endeudamiento.
"Los factores macroeconómicos están impulsando los precios de las criptomonedas actualmente, y esto debería continuar durante todo el ciclo de flexibilización de la Reserva Federal, a menos que veamos un evento de cisne negro específico para las criptomonedas", sostuvo Caroline Mauron, cofundadora de Orbit Markets.
Esta semana, lo más importante será la publicación del índice de precios de los gastos de consumo personal, la medida de inflación preferida de la Fed. Si el dato se ubica por debajo de las expectativas del mercado, las probabilidades de un mayor recorte de tasas en la próxima reunión del organismos serán mayores, lo que beneficiará tanto a las acciones como a las criptomonedas.
