Existen distintas paradas para recargar energías durante un viaje en ruta pero en el departamento de Cordillera, en la ciudad de Eusebio Ayala el descanso se acompaña de una rica chipa en uno de los lugares más emblemáticos y tradicionales del país, Chipería María Ana.

A los 14 años, motivada por su hermana mayor, María Ana comenzó a vender chipa en el centro de Barrero. Este primer paso en el mundo laboral la llevó a los corredores del restaurante Kabure'i, donde trabajó como vendedora independiente. Su dedicación y esfuerzo constantes marcaron el inicio de una trayectoria de éxito.

En 1988, decidió emprender su propio negocio. En la compañía Capi'ipe y con la ayuda de un familiar que le prestó un local, abrió su primera chipería. Un año más tarde, en 1989  y tras mucho trabajo logró comprar el terreno que se convertiría en el local actual de la Chipería María Ana, bajo un techo improvisado pero con la mente firme en su sueño.

El éxito de su empresa radica en la calidad de sus productos, elaborados con la mejor materia prima, y en la cordialidad con la que atiende a sus clientes. Hoy, la Chipería María Ana es un símbolo de esfuerzo y dedicación, y María Ana López es un ejemplo de cómo los sueños pueden hacerse realidad con trabajo y perseverancia.

Tras más de 50 años, sigue manteniendo el mismo sabor y asegura que el secreto de la receta se encuentra en utilizar productos nacionales y de la mejor calidad. “La chipa utiliza siete productos y nosotros en Paraguay tenemos toda la producción. Y de todos los puntos del país nosotros compramos nuestros productos, producción paraguaya”, explicó.

La forma tradicional en que se cocina, desde la utilización del tatacuá y el calentado en base a leña; el amasado y moldeado a mano, le proporciona el toque especial y característico a este producto que ya es conocido en todo el territorio nacional siendo ésta, según María Ana, la única forma de mantener la calidad de siempre.

Si bien actualmente existen opciones más económicas y prácticas de elaboración, mantener el sabor, calidad y tradición son los principales ejes de esta chipería dado que además de ofrecer un buen producto buscan generar desarrollo económico aportando puestos laborales a los pobladores de la zona.

“Además de eso, el secreto es hacer la chipa con amor, cuidando todos los detalles de limpieza para que el producto llegue bien a los clientes”, añadió. También explicó que la chipa es un producto insignia del país dado que es reconocido a nivel mundial y lo consumen diferentes nacionalidades, incluyendo el papa Francisco.

Un sueño que lo volvió realidad

María Ana proviene de una familia muy humilde, sin embargo,  estas dificultades no impidieron que ella hiciera realidad un sueño, brindar una casa a su madre. Para muchos conductores, incluso para turistas un destino importante es el local de Doña María Ana López.