Cómo una pequeña granja se convirtió en un gigante de la industria
Lo que empezó como un pequeño sueño, hoy es un gigante del sector que emplea a más de 1.000 personas en sus diferentes áreas.

Blanca Ceuppens, presidenta de Granja Avícola La Blanca, representa la segunda generación junto con sus hermanas Ana y Violeta al frente de una empresa que creció y se consolidó como un referente en la producción avícola en Paraguay. En esta entrevista, Blanca reflexiona sobre las enseñanzas de sus padres, el desafío de liderar una empresa familiar, y la visión de futuro para Pechugón, una de las marcas más reconocidas del sector.

La influencia de sus padres en su formación

Blanca Ceuppens creció en un entorno en el que el trabajo y la dedicación eran valores fundamentales. "Acompañábamos a nuestros padres a recorrer granjas o construcciones de nuevos proyectos. Durante las vacaciones, siempre trabajábamos en algún sector de la empresa. No sé si en ese momento dimensionábamos la magnitud y la importancia de lo que hacíamos, ya que era nuestra vida diaria. Pero siempre mirándoles con gran admiración, superando las adversidades y dedicándose 24 horas a las actividades"

Esa educación y experiencia temprana dejaron una huella imborrable en Blanca. "Aprendí muchísimo. Me educaron y enseñaron el amor a la familia y al trabajo, dando siempre con su ejemplo de vida los valores de la perseverancia, honestidad, integridad, esfuerzo y fortaleza. Nos motivaron a estudiar, capacitarnos y prepararnos para ser independientes, fomentando la igualdad, la autoestima y la comunicación."

La relación con su padre fue particularmente influyente en su vida. "Mi padre nunca bajó los brazos, era un visionario muy optimista, del cual hemos aprendido mucho. Él priorizaba ante todo su familia y la continuidad de la empresa, preservando los puestos de trabajo. Nos demostró la importancia de la organización, puntualidad y el respeto, así como desarrollar la paciencia y la valentía de lidiar con los problemas y lo inesperado".

Blanca también expresa un deseo personal, "me hubiese gustado que pudieran estar con nosotros más tiempo, sobre todo con la tercera generación, para que trabajen juntos. Estoy segura de que hubiese sido una gran satisfacción y realización para mis padres".

El desafío de continuar el legado familiar

Asumir el liderazgo de la empresa tras la partida de sus padres fue un desafío significativo para Blanca y sus hermanas. "Para nosotras, la prioridad fue seguir trabajando, manteniendo la estabilidad de la empresa en el momento de la transición, según lo que se había planificado con mucha anticipación por mi padre, aunque su partida fue muy rápida y no esperada." 

Blanca reconoce que el carácter y la autoridad de su padre son irremplazables, pero también ve esta situación como una oportunidad para fortalecer el legado familiar. "Es una gran responsabilidad conservar el legado de nuestros fundadores y encaminar a la empresa de manera acertada al ritmo de la evolución del tiempo, con los colaboradores con trayectoria y con la nueva generación de trabajadores, con los cambios y la tecnología adaptados a las nuevas necesidades de esta época".

La relación con sus hermanas ha sido clave en esta transición. "La unión, respeto y confianza con mis hermanas es clave e incondicional para el trabajo armonioso y fructífero. Con satisfacción, estamos acompañando la incorporación de la tercera generación, la mayoría de ellos con los estudios universitarios concluidos, trabajando en las áreas. Unir, enganchar las generaciones para la continuidad es necesario; adaptarse a los pensamientos, actualizaciones y formas de encarar los objetivos es diferente. Hay que invertir en tiempo, en escuchar, meditar y saber comunicarse.

Blanca Ceuppens

El peso de las decisiones

Dirigir una empresa que emplea a más de 1.000 personas es una tarea que Blanca toma con seriedad. "La toma de decisiones importantes que afectan a los colaboradores que trabajan con nosotros, sea directa o indirectamente, es la mayor responsabilidad. La prioridad es la seguridad de mantener los puestos de trabajo y los ingresos de todos los funcionarios".

Blanca subraya la importancia de reflexionar profundamente antes de tomar decisiones que impactan a tantas personas. "Como todo en la vida, es difícil tomar decisiones, más aún cuando son para tantas personas; las mismas deben ser bien reflexionadas. En una empresa familiar, con más razón se debe evaluar objetivamente la situación y las consecuencias. Se debe establecer como prioridad el bien y futuro de la empresa. La política de La Blanca es que debe ser clara, equitativa, y toda la familia la debe respetar más allá de intereses particulares. Y, sin lugar a dudas, los trabajadores también forman parte de esta gran familia".

El sentido de comunidad y equipo es central en su gestión. "Con el grupo humano con el que trabajamos día a día, enfrentamos los desafíos, y los considero parte de la casa. Así es como me han educado, y es lo que queremos transmitir para que así lo sientan todos. Trabajamos en equipo porque pensamos que así llegamos más lejos, cumplimos los objetivos y nos esforzamos por ser modelos para nuestros colaboradores y sucesores".

A pesar del crecimiento el sector avícola enfrenta riesgos como la falta de apoyo del Estado o cuestiones logísticas y de proveedores.

De una pequeña finca a una industria exportadora

La historia de Pechugón es la historia de la perseverancia y la visión a largo plazo. Blanca recuerda los humildes comienzos de la empresa: "Una pareja recién casada, instalándose en Capiatá, endeudada para adquirir una propiedad para explotar un tambo de vacas lecheras para la venta de leche y un gallinero para la cría de pollos. Luego de apenas unos años, con la epidemia avícola de Newcastle, perdieron todas sus aves, y volvieron a empezar. Y hoy estamos vendiendo nuestros productos con las certificaciones más altas internacionales de calidad a más de 30 mercados, haciendo reconocer a la marca Pechugón como sinónimo de pollo paraguayo de calidad internacional, abasteciendo al mercado nacional de alimentos sanos y económicos".

Blanca ve con optimismo el futuro de la empresa bajo la dirección de la siguiente generación. "Tenemos el deseo y confianza de que estamos transitando mancomunadamente con la siguiente generación por el camino para la estabilidad de la empresa y la realización de los integrantes, para que la familia, Pechugón y el Paraguay crezcan y progresen conjuntamente".

Pilares de competitividad 

En un mercado cada vez más competitivo, la tecnología y la logística son esenciales para mantener la eficiencia y la competitividad. "En Pechugón, estamos convencidos de que debemos estar comprometidos con la eficiencia y los bajos costos, aplicando innovación constante para adaptarnos a las nuevas tendencias del mercado y las demandas de los consumidores. Desarrollamos nuevos productos para satisfacer las cambiantes preferencias del mercado, impulsando el consumo de productos innovadores para el mercado nacional".

La sostenibilidad es otro aspecto clave en su estrategia. "Seguimos enfocándonos en prácticas sostenibles y de responsabilidad social, como el uso de materiales reciclables y la conversión de desechos en abono orgánico. Estamos ampliando nuestros mercados de exportación, habilitando nuevos destinos y aumentando nuestras exportaciones. Realizamos inversiones en tecnología para mejorar la eficiencia de producción y reducir costos, adaptándonos a las exigencias de competitividad y sostenibilidad".

Blanca también destaca la importancia de la comunicación y la formación continua. "Fortalecemos nuestra presencia en redes sociales y otros canales de comunicación para interactuar directamente con los consumidores, entender sus necesidades y responder a sus demandas de manera ágil. Además, implementamos programas de formación y capacitación continua para nuestros colaboradores, asegurando que estén actualizados con las últimas tendencias y tecnologías del sector".

Pechugón exporta productos a más de 30 países en el mundo, llevando la bandera paraguaya a cada uno de estos destinos

Enfrentando desafíos globales

La reciente situación en Brasil, con el brote de la enfermedad de Newcastle, puso a prueba la capacidad de reacción de Pechugón. "Estamos muy alerta y cuidando la bioseguridad de nuestras granjas para que esta enfermedad no nos llegue".

Blanca menciona cómo el brote en Brasil generó una oportunidad para Paraguay, aunque con desafíos. "Muchos clientes del exterior que nunca habían comprado de Paraguay se pusieron en contacto con nosotros, tratando de ver qué alternativas tenían para reemplazar ese mercado. Sin embargo, Paraguay no está en condiciones sanitarias para habilitar esos mercados rápidamente. Hay mucho trabajo por hacer en términos de control y estadística de enfermedades, tanto en grandes empresas como en pequeños productores".

Producciones más sostenibles

El desafío de mejorar la eficiencia sigue siendo una prioridad para Blanca. "En Paraguay, los números de productividad son muy buenos. Sin embargo, el problema de la falta de una bolsa de granos y las dificultades logísticas, como la obtención de contenedores refrigerados, nos quitan competitividad. Muchas veces, tenemos que pagar altos precios para obtener los insumos necesarios debido a nuestra situación geográfica".

Blanca reflexiona sobre la relación entre el sector privado y el Estado en Paraguay. "Es importante que el Estado y el sector privado trabajen en conjunto para lograr un crecimiento sostenible. El apoyo en términos de infraestructura, sanidad y políticas públicas puede marcar la diferencia entre una industria que prospera y una que se estanca".