Diego García, presidente de la Cámara Paraguaya de Fintech señaló que la combinación de la banca tradicional con los activos digitales es el futuro dados los beneficios que trae la actividad. Considera que las actividades a través de la criptominería es 100 % segura teniendo en cuenta el nivel de trazabilidad que aporta. 

Indicó que el dinero se convierte 100% digital desde el origen y por medio del Blockchain se puede incluir bloquear en caso de que se trate de un caso de fraude, no declaración de impuestos y en caso de no declarar los movimientos. 

“Tanto los bancos centrales como los bancos tradicionales pueden tener muchísimo mayor información sobre la trazabilidad del negocio de la persona, sobre qué realmente está haciendo con su dinero”, dijo García. 

Específicamente, comentó, que desde los criptoactivos, lo que se realiza es una trazabilidad desde el inicio de la operación por lo contratos digitales que son los que le dan la seguridad jurídica por un lado que al final lo que crea es la robustez en las operaciones, es decir, una confianza muy grande y transparente que, comentó, no se puede corromper. “Uno tiene el origen de procedencia del dinero y no tiene como falsificar eso”, recalcó. 

Experiencia en el Brasil

García comentó que en el vecino país, las actividades con criptomonedas están reguladas y se observa que cada vez existe mayor regulación generando más beneficios a la industria. Actualmente, con la nueva herramienta aplicada por Itaú Unibanco, los usuarios pueden comprar y vender monedas digitales, además de transferirlas, un logro de la banca matriz del Brasil por avanzar en las regulaciones. 

Por otro lado, habló acerca de la situación en Paraguay y afirmó que están planteando medidas para poder avanzar en la regulación de la actividad desde la Cámara Fintech. “Al final lo que queremos básicamente es que se regule la minería, que se penalice en el caso que se necesite y por otro lado que se pueda transaccionar para poder liquidarlas y ponerlas en cuenta bancaria”, añadió. 

Sostuvo que es una cuestión básica pero fundamental para poder generar una reglamentación donde las transacciones puedan ser reguladas, que paguen impuestos justos y que las personas empiecen a operar dada la demanda que existe a nivel mundial y la expansión que está teniendo.