La reforma del sistema de pensiones en nuestro país es un asunto pendiente de larga data, pero pasa a ser un desafío urgente para el Gobierno actual, sobre todo considerando los elevados riesgos y los altísimos costos que la carencia de ajustes a la mecánica previsional generan.

El economista Aníbal Insfrán sostiene que el Gobierno de Santiago Peña enfrenta todavía numerosos frentes, pero que una cuestión de vital importancia para asegurar la estabilidad económica y lograr un mayor desarrollo es el tema de pensiones, que avanza, pero a paso demasiado lento.

Una de las primeras medidas de Peña y su equipo fue la presentación y aprobación de una ley para crear la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones en Paraguay, que desde el punto de vista técnico se considera importante. Sin embargo, y a partir de ahí, existen pocos avances, considerando que ni siquiera se pudo completar el Consejo correspondiente y no se tiene todavía un superintendente de Pensiones en el país.

Haciendo referencia a este escenario, Insfrán ya habla de una situación preocupante y que eleva los riesgos de cara al futuro en la nación. “Me preocupa de sobremanera el no haber avanzado con una reforma del sistema de pensiones. Creo, sinceramente, que si eso no se hace rápido se va a complicar este proceso”, aseguró.

El economista agrega que esta reforma es crucial no solo para la Caja Fiscal o el Instituto de Previsión Social (IPS), que son las principales cajas del país, sino que esto se trata de un problema sistémico. “En general el sistema de pensiones jubilatorias está con problemas y ya se están avizorando graves problemas hacia el futuro”, enfatizó.

Un riesgo demasiado elevado

Sobre las implicancias de no avanzar con la reforma de las pensiones en Paraguay, Insfrán advierte que se trata de un factor de riesgo que amenaza a uno de los grandes activos de nuestro país: la estabilidad económica, la cual se sustenta principalmente en la solidez de los indicadores macroeconómicos.

“Este es un tema pendiente en materia económica que puede generar desestabilidad a nivel económico y por sobre todo puede generar dudas respecto al mantenimiento de los equilibrios macroeconómicos, y ese es un bien que no podemos perder”, resaltó.

Los altos costos del sistema actual

Según cálculos que parten del sector privado, la elevada informalidad del mercado laboral genera una “pérdida” de US$ 2.000 millones anuales al sistema de pensiones en nuestro país, es decir, ese monto es el que se deja de tener como ahorro de largo plazo por cada año que pasa sin una reforma que cambie la situación.