En lo que trata de ser un esfuerzo por regular la importación de combustible búnker y combatir la evasión de impuestos, el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) y la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) implementaron un decreto que establece normas técnicas para el almacenamiento y venta de este tipo de combustible, generando diversas reacciones dentro del sector.

El decreto en cuestión, entabla que los tanques de almacenamiento tendrán que contar con una capacidad mínima de 16 millones de litros físicos y que además tienen que ser de uso único para medios de transporte.

El ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, explicó en la 730 AM,  que “el decreto solamente establece normas técnicas para la importación de combustible búnker para ordenar la venta de estos combustibles que no pagan impuestos, porque se trata de combustible de embarcaciones”. Según él, estas normativas son necesarias debido a que "pocas empresas tienen la capacidad de tancaje que exige la norma".

Sin embargo, la implementación de estas nuevas reglas no fue un camino libre. Giménez reconoció que el sistema anterior era “muy flexible” y que la nueva normativa responde a prácticas pasadas donde “se importaba este combustible, se declaraba que era para cargar remolcadores, no paga impuesto y no se terminaba por cargar remolcadores”, resultando en un uso “ilegítimo e ilegal para vender en el mercado interno y generar competencia desleal”.

Nuevas medidas para implementar reglas 

Óscar Orué, director de la DNIT, también en el canal radial 730 AM defendió el nuevo decreto destacando que el sector tenía “un gap importante en la rentabilidad” y que era necesario “establecer medidas anti-elusión”. Según Orué, el objetivo es promover el “libre comercio pero sobre reglas claras y antielusivas”.

Orué explicó que “vimos que en el abastecimiento había una posibilidad de evadir el pago de impuesto” y que esta situación había sido denunciada por varias empresas del sector.

La medida busca asegurar que el combustible exonerado de impuestos destinado a embarcaciones no sea desviado hacia el mercado interno. “Ahora bien, el tema del tancaje ya es una cuestión del Ministerio de Industria pero el control de abastecimiento de buques y barcazas es algo que nosotros habíamos implementado”, añadió.

El decreto también especifica que el combustible debe ser cargado en puertos que cumplan con la norma técnica de tancaje, en lugar de cualquier punto del río. Esta medida busca garantizar un mayor control y evitar la evasión fiscal. Giménez manifestó su preocupación por el impacto potencial en la competencia, señalando que “cualquier medida que afecte un posicionamiento estratégico con relación a nuestras ventajas debe ser analizado con minucioso detalle”.

¿El objetivo?

El director de la DNIT afirmó que las nuevas regulaciones buscan “más transparencia en lo que es barcazas y buques” y que el objetivo principal es ordenar el abastecimiento y diferenciar claramente entre el combustible destinado a embarcaciones y el que es para consumo local.

Giménez reiteró su compromiso de dialogar con todos los actores involucrados para encontrar soluciones que no perjudiquen la competitividad. “Me preocupa cómo le va a afectar la medida a las empresas de transporte”, subrayó.