La especialización en el campo paraguayo se puede palpar. La producción y la mayor eficiencia en los procesos comprueban que los productores están cada vez más preparados para enfrentar los diferentes desafíos que vienen desde las condiciones climáticas y hasta las variaciones de precios y costos que puedan registrarse. 

Este fue un punto destacado por Jaime Kurosu de Kurosu & Cía. en el primer Campo Summit de Forbes Paraguay. “Las máquinas cuestan plata, si no se utiliza, la inversión está en vano”, señaló al referirse a la importancia de entender y comprender todos los beneficios que ofrecen al momento de producir en el campo. 

Por eso, considera importante otorgar toda la preparación a los productores para que entiendan las funciones de cada máquina de manera a lograr mayor eficiencia en los diferentes procesos de producción orientándose a generar una cultura de uso de máquinas en la gente. 

Explicó que las máquinas, desde el 2019 a nivel mundial, salen de las fábricas con toda la artillería de conectividad lo que permite un monitoreo remoto que ayuda a detectar señales de posibles errores o fallas en el futuro asegurando una rápida respuesta técnica en cualquier parte del mundo. 

“Se gana tiempo y se gana dinero, porque al final el productor lo que está buscando en este escenario particular es tener rentabilidad”, aseguró. 

Ante estos avances que también ya están disponibles en el campo, indicó que Paraguay no tiene “nada que envidiarle a ningún país” dado que la tecnología también la tenemos aquí. 

“Está en nuestras manos que la gente aprenda a utilizar esa tecnología”, agregó. Estas nuevas herramientas, aseguró, permiten hablar de que el productor de nuestro país está en un proceso de transformación, buscando sustentabilidad. 

El campo y la fe

Kurosu explicó que en el campo, las proyecciones para el próximo año, no son las más alentadoras, sin embargo, indicó que la agricultura es una fábrica a cielo abierto y los productores siguen cosechando bajo la fe. 

A su criterio, el trabajo sigue dada la preparación y profesionalización que fueron adquiriendo dado que están pensando en todos los factores ahora y no orientándose sólo en la cosecha.

 “A lo mejor no tienen la estructura todavía de un economista, un administrador, pero en la cabeza tiene todo”. Añadió. 

Hoy con la tecnología, dijo que le permite dividir las preocupaciones, en agronómica donde se manejan cuestiones de siembra; la operativa donde prevén cuestiones de logística y la económica que les permite rentabilizar su actividad.