Sector productivo y sus tres desafíos: entre la sequía, bajos precios y restricciones
Alfred Fast, presidente de la Federación de Cooperativas de la Producción (Fecoprod) indicó que además de la sequía y los bajos precios internacionales, el sector productivo enfrenta las interferencias internacionales. Mencionó que todo este escenario está desalentando la inversión.

El presidente de la Federación de Cooperativas de la Producción (Fecoprod), Alfred Fast, reconoció que los precios internacionales de los commodities agrícolas es un factor preocupante para el sector. Explicó que tanto la soja como el maíz bajaron de precio y ya acumulan una caída cercano a los 26% en los últimos 12 meses.  

Misma situación podría registrarse con el trigo, sin embargo, esperan los resultados de la producción dadas las posibles heladas que se registrarán en estas semanas. “La economía no está bien internacionalmente, y la de Estados Unidos tampoco. Por lo menos en los precios estamos con este tema y entonces es preocupante”, advirtió. 

A éstos desafíos, según Fast, se suman las restricciones de la resolución 1.115 de la Unión Europea que genera que el costo de producción y la burocracia aumenten. “Todo esto crea un clima no tan bueno en nuestros países productores”, sostuvo. 

Explicó que tanto Paraguay como los demás países del Mercosur son agropecuarios por lo cual es importante mantener la fortaleza del sector productivo. “Hay que ver como va a ser primeramente la sequía, después los precios bajos se suman, más la burocracia, eso hace realmente que no sea muy alentador el panorama, porque el productor se fija mucho en esas cosas”, indicó. 

Alfred Fast, presidente de la Fecoprod

Apoyo del Estado

En todos estos desafíos, según Fast, el Estado juega un rol sumamente importante debido a que con su apoyo se pueden superar. Indicó que es importante que se ayude con instrumentos financieros aceptables y con bajas tasas para los productores de manera a que puedan seguir con los cultivos. 

Por otro lado, indicó que deben cuidar para que no entren más restricciones al sector que si bien tienen un “vestido ambiental” pero en realidad existen cuestiones económicas atrás. Indicó que están seguros de que hay que cuidar el medio ambiente y agregó que Paraguay es un ejemplo. 

Señaló que según reportes, de las 3,5 millones de hectáreas de cultivos de soja sólo el 0,1% es sobre espacios deforestados, es decir, sólo 2.000 a 3.000 no cumplen con el requisito establecido por la UE. En ese caso, explicó que lo más fácil sería descartar esos espacios y que las demás zonas tengan luz verde para seguir produciendo y comercializando. 

Con la reglamentación, indicó que todos los productores están expuestos a realizar papeleos y a entrar en una burocracia bastante importante para ser “legales” y seguir operando en la forma en la que lo venían haciendo. 
“Al final este instrumento hace que el que trabaja bien tenga más costo en vez solamente de mirar 0,1% que no trabaja bien”, aseveró.