El sector inmobiliario en Paraguay experimentó un crecimiento importante desde el 2010, liderado por una serie de desarrollos que transformaron el mercado local. 

Ricardo Ávalos, fundador de Canopy, en el marco del evento Real Estate Summit, organizado por Forbes Paraguay compartió su visión sobre el pasado, presente y futuro del mercado inmobiliario, así como los desafíos regulatorios que enfrenta el sector.

Según él, el sector inmobiliario en Paraguay prácticamente no existía antes del 2010. "Nosotros en el 2010 no teníamos sector inmobiliario. Básicamente creamos el sector", afirmó, destacando que en los últimos 12 años se introdujeron más de US$ 3.000 millones en nuevos activos.

"Estamos llegando básicamente a los 1.000 millones en crédito hipotecario, y anualmente estamos generando 800 millones de dólares en ventas", explicó, mencionando que las cifras demuestran el dinamismo del mercado, evidenciando un incremento en nuevas construcciones y activos financieros.

"Actualmente hay 300 millones de dólares en nuevas construcciones y alrededor de 100 millones de dólares en activos financieros basados en bienes inmuebles", añadió.

El ciclo inmobiliario y su impacto

Ávalos también habló durante el evento acerca del ciclo inmobiliario que caracteriza al mercado. "El boom empezó en 2010", indicó, señalando que en 2015 el crecimiento del inventario inmobiliario alcanzaba el 13% anual. 

Aunque con la llegada de la pandemia en 2019, el ritmo de crecimiento se duplicó. "A partir de ese momento, se empieza a duplicar el ritmo de crecimiento del inventario inmobiliario", expresó.

Pero advirtió que el mercado es cíclico y que una desaceleración es inevitable, según Ávalos, es una fase natural dentro del ciclo inmobiliario, que eventualmente se recupera.

"La curva va para arriba, pero eventualmente hay una caída del mercado, donde los precios están muy altos y las ventas comienzan a ralentizarse", puntualizó.

La importancia del crédito hipotecario

El acceso al crédito hipotecario es otro de los pilares del crecimiento del sector, particularmente para la clase media. Contamos con una clase A de aproximadamente unos US$ 700 millones, una clase B de aproximadamente US$ 2.000 millones y una clase C de US$ 8.000 millones.

"El crédito hipotecario es fundamental para la clase C", según Ávalos, detallando que este segmento representa un mercado incipiente pero de gran potencial. 

"Hemos construido cerca de US100 millones de dólares en ese mercado, y es donde el crédito hipotecario juega un rol sumamente importante", explicó refiriéndose que es un mercado incipiente.

Desafíos regulatorios para el futuro

A pesar del crecimiento, el fundador de Canopy reconoció  la necesidad de mejorar el marco regulatorio del sector.

"El tamaño de nuestro negocio inmobiliario no va de la mano con nuestro sistema regulatorio", comentó, criticando que la ordenanza del Banco Central del Paraguay sobre tasaciones inmobiliarias consta apenas de dos hojas. 

Para alcanzar su ambición de que el sector represente entre el 15% y 18% del PIB en los próximos dos o tres años, considera urgente una modernización de las regulaciones. "Tenemos que actualizar desde el plan regulador de la ciudad hasta las tasaciones", agregó. 

Sugiriendo también que el gobierno debería enfocarse en proporcionar garantías para quienes no pueden acceder al crédito, en lugar de depender exclusivamente de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD). 

"Tal vez es hora de pensar que no es la AFD la que tiene que poner el dinero, sino el sector privado", añadió.

Un futuro prometedor

Mirando hacia adelante, Ávalos es optimista sobre el futuro del sector inmobiliario en Paraguay. El negocio inmobiliario es "la cara bonita del país",  ya que según él es el primer lugar donde desembarca el dólar del investment grade.

Pero advirtió que la profesionalización del sector será clave para aprovechar estas oportunidades. 

"Ese dinero va a llegar a Paraguay, pero si no estamos preparados, no se quedará con los locales", concluyó.